Estar al frente de una empresa implica muchas obligaciones y responsabilidades. No solo se trata de sacar adelante el producto o servicio, encontrar clientes o estar al corriente de pagos: los emprendedores también deben estar constantemente actualizados respecto a las novedades legales de su ámbito de actuación.
En los últimos años, ha habido cambios en las normativas generales del empleo que conviene conocer para evitar sanciones por mala praxis. Un ejemplo es el de la ley antifraude fiscal, que incluye nuevos sistemas de facturación para evitar la economía sumergida.
Esta es la norma actual que más ha preocupado en los últimos meses a los empresarios. Sin embargo, un breve estudio de la misma permite que las compañías se adapten rápidamente a los nuevos requisitos y sigan funcionando correctamente y sin riesgos.
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Puntos esenciales de la ley antifraude
En vigor desde el 10 de julio de 2021, la llamada ley antifraude busca fortalecer el tejido empresarial español y eliminar todas las prácticas ilegales que, en general, tienen que ver con la contabilidad y el fomento de la economía sumergida.
El texto legal publicado en el Boletín Oficial del Estado establece una serie de protocolos que las pequeñas, medianas y grandes compañías españolas deben integrar en su gestión interna.
Hablamos, en concreto, de cambiar sensiblemente la forma en la que se lleva a cabo la contabilidad y la gestión de la facturación. Ahora es necesario registrar toda esta actividad en programas informáticos autorizados por la administración.
Estos softwares deben estar preparados para la contabilidad en efectivo, las operaciones bancarias e incluso el pago con criptomonedas. Y presentar unas altas garantías de control, de manera que no se puedan manipular para presentar unos datos económicos que no sean fieles a la realidad.
Las empresas que no se adapten a los actuales criterios o aquellos empresarios que sean pillados utilizando programas informáticos no autorizados recibirán sanciones que pueden alcanzar los 50 000 euros por cada año fiscal no debidamente registrado.
Otra ley de apoyo al empresario: crea y crece
El Gobierno solo busca mejorar la situación empresarial y la economía española. Por eso, además de la ley antifraude también ha creado otro tipo de normativas que fomentan la generación de nuevas empresas e impulsan a los emprendedores para conseguir sus objetivos.
El mejor ejemplo de esto es la ley para la facilitación de la creación y crecimiento de empresas.
En vigor desde septiembre de 2022, esta norma, que también habla de la obligatoriedad de la factura electrónica, tiene puntos muy favorables para el empresario como los siguientes:
- Se facilitan y agilizan los trámites para crear una nueva empresa, que puede estar operando en un plazo de 10 días.
- Se requiere un menor capital social para iniciar la actividad: las sociedades de responsabilidad limitada pueden constituirse con un solo euro.
- Se generan planes de acción con fondos Next Generation para ayudar al emprendimiento, digitalización, apoyo al comercio e internacionalización.
- Se crean oficinas de atención al emprendedor para que estos puedan consultar dudas y recibir asesoría gratuita respecto a las gestiones necesarias para crear o expandir una empresa.
Estas dos leyes ofrecen ventajas y regulaciones para construir el tejido empresarial español del futuro inmediato. Estar al tanto de las novedades es la mejor forma de aprovechar todas las ventajas que ponen sobre la mesa para que una empresa se asiente por completo y con total seguridad en su contexto local, nacional e internacional. La ley antifraude fiscal y la ley crea y crece son clave para ello.